Es una película que ha levantado una gran polémica en Alemania, porque por primera vez se muestra el lado humano del monstruo. Se dice que ello puede contribuir a presentar a Hitler de una forma positiva, lo cual sería un nuevo insulto a todas la victimas que provoco su locura criminal.
El mal también tiene rostro humano, pero eso no lo hace menos perverso. Hitler podría mostrarse cariñoso con Eva Braun, podía jugar con los niños de su ministro de Propaganda; pero eso no disculpa todas las injusticias que cometió. A pesar de todas su buenas acciones, las malas las superan con mucho y el resultado es espantosamente inhumano. El error está en creer que el mal es absoluto. Eso no es cierto, el mal no es una entidad independiente del ser humano. El mal forma parte de algunos seres humanos y su lado bueno no compensa su mayor maldad. Por ello, esta película no puede reivindicar la figura de Hitler. El veredicto de la historia es claro: fue uno de los mayores asesinos del siglo XX y nada puede contribuir a presentarlo de una forma más favorable.

Besos
Joana